Un equipo que vuelve a llenar de luz la Torre Eiffel es el PSG.
Luís Enrique logró una merecida victoria sobre el Manchester City gracias al desempeño destacado de un joven equipo del PSG que está empezando a mostrar su talento.
Anoche no fue una noche común en París, ya que el equipo de fútbol PSG se enfrentaba a una importante eliminatoria de la Champions League. A pesar de ir perdiendo hasta el minuto 60, los jugadores del PSG demostraron su superioridad ante un gran rival como el Manchester City. Se vio obligado a que una colaboradora de Guardiola tuviese que pasar más tiempo defendiendo que atacando, los jugadores creativos del City no mostraron su mejor nivel, sin embargo sobresalió la habilidad de los jugadores parisinos y el esfuerzo de un entrenador que cada vez se consolida más en la capital francesa.
Un momento crucial o decisivo.
Lo más importante era lograr la victoria, sin embargo, el entrenador español y su equipo no se conformaron con los tres puntos, sino que también mostraron un gran desempeño futbolístico para vencer a los Sky Blues. Está muy equivocado aquel que piense que la llegada del de Gijón no ha tenido un impacto significativo en la filosofía del Paris Saint Germain, ya que ha habido cambios notables desde entonces. Luis Enrique ha logrado traer armonía a un vestuario que antes parecía caótico, dando la bienvenida a los talentos mundiales que juegan en equipo y despidiendo a los individualistas, demostrando que las estrellas brillan más afuera.
Actualmente, la ausencia de Mbappé ha convertido a Kylian en indispensable en el PSG, lo que otorga al equipo una relevancia significativa. En toda restauración se requiere de un período de tiempo. Modificar la forma en que un grupo de jugadores solía jugar para destacarse individualmente en lugar de trabajar en equipo lleva bastante tiempo y es un desafío. Sin embargo, con un tutor como el hombre de Asturias, es posible avanzar de manera más rápida.
El equipo juvenil es el líder del PSG.
Era imprescindible incorporar nuevos jugadores al equipo, ya que no era posible continuar con un plantel formado por jugadores de avanzada edad. Los jóvenes jugadores con ambición de destacar en el fútbol son vistos de manera más favorable por el banquillo de París. Cada año, un grupo de jóvenes talentosos como Joao Neves, Barcola, Doué, Zaïre-Emery y Vitinha han tomado el control de un barco que solía tener problemas en alta mar.
El centro del campo de Luís Enrique es sin igual. Al inicio, Neves es fundamental para el juego al ser el corrector, el motor y quien le da significado, por lo que el nuevo fichaje resulta imprescindible. Vitinha aporta su ingenio y su visión del juego para amenazar los ataques del equipo de París. Por último, Zaïre-Emery o Fabián realizan una labor que en ocasiones pasa desapercibida. El triunfo de ayer se debió en gran medida a la actuación de los centrocampistas en el terreno de juego.
Es comprensible que el ataque de Francia no sea tan poderoso sin Mbappé, pero aun así han demostrado ser un equipo destacado. Ayer en el Parque de los Príncipes, Barcola dejó en claro que el carril izquierdo tiene un dueño identificado. Dembélé se destaca por su habilidad para jugar en posiciones interiores, ya que su velocidad y destreza le permiten sobresalir en diversas posiciones del frente de ataque, incluso sin un delantero centro en el equipo. El autor de este tridente recién formado es un joven francés que está sorprendiendo a todos con su habilidad en el balón, Doué, un jugador extraordinario que domina a su oponente a su antojo.
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