La semana pasada, Javier Hernández generó controversia a raíz de un gesto realizado durante el partido contra San Luis. En dicho encuentro, el veterano jugador instó a la afición a guardar silencio, un acto que captó la atención dado que su equipo estaba siendo derrotado y expuesto. Esto provocó una considerable cantidad de críticas hacia el veterano, quien aparentemente no se mostró particularmente afectado por las mismas, ya que en el enfrentamiento contra el América, a pesar de su mediocre desempeño, nuevamente realizó acciones que denotaron un alto grado de ego.
Al concluir el partido, Javier se acercó a la sección donde se ubicaba la afición del América, tomó el escudo de Chivas y lo exhibió. Posteriormente, besó el símbolo del club y finalizó con una mirada desafiante hacia las gradas. En la comprensión de que los clásicos implican un orgullo particular, el gesto de "chicharito" no fue recibido de manera positiva una vez más.
Javier no solo ingresó al terreno de juego como suplente, sino que, tan pronto como fue considerado para participar, su contribución en el partido resultó ser nula. Ante esta situación, los aficionados sostienen que Hernández no tenía motivos para exaltarse de esa manera, dado que ningún otro jugador del equipo, ni siquiera aquellos con un rendimiento superior, llevó a cabo un gesto semejante.
El partido de vuelta está programado para la próxima semana en el Estadio Ciudad de los Deportes. Es muy probable que el América busque revertir la experiencia vivida en Guadalajara, incluido el trato hostil recibido por parte de la afición. Además, varios de los jugadores intentarán replicar el gesto hacia "chicharito".