Los tres principales personajes que el adiós del Madrid a la Champions deja atrás.
Ha llegado a su fin. Una de las etapas más memorables en la historia del fútbol ha concluido en el Santiago Bernabéu. El Arsenal ha merecido su lugar como semifinalista tras una destacada actuación del conjunto de Arteta y un rendimiento decepcionante del equipo de Ancelotti.
Un Arsenal que ha mantenido la calma en cada momento de la eliminatoria. Un Arsenal que ha evidenciado su capacidad para competir de manera sobresaliente contra un Real Madrid en su propia casa. Un Arsenal que, con el permiso de los otros tres equipos semifinalistas, se presenta como candidato a levantarse con el título de la Champions.
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El encuentro de hoy ha contado con diversos protagonistas en el campo. Ha habido un protagonismo distribuido, aunque tres jugadores han destacado notablemente sobre el resto.
Bukayo Saka, castigo y triunfo en un único escenario
De errar un penalti a silenciar el Bernabéu. La actuación de Bukayo Saka ha sido un ejemplo de cómo manejar los obstáculos y recuperarse en un escenario como el del coliseo madridista. Thibaut Courtois le detuvo el penalti en la primera parte, pero en la segunda, se convirtió en la luz del ataque de los Gunners. Un gol para iniciar el marcador y otro para sellar el destino de los blancos.
Mbappé, imperceptible en el campo y con un alto costo
Se le había fichado para encuentros de esta magnitud. Sin embargo, Kylian Mbappé ha quedado marcado (y negativamente) tras el encuentro de hoy. El francés ha sido irrelevante, débil en el juego. Su contribución al ataque ha sido escasa. Para empeorar las cosas, terminó el partido con una lesión, lo que deja en duda su participación en los siguientes encuentros.
Declan Rice, inteligencia suprema para derrocar al campeón
Si en el partido de ida sorprendió con dos goles espectaculares, Declan Rice mostró en la vuelta otra faceta igualmente crucial y necesaria en el fútbol: la mente. El jugador del Arsenal fue el cerebro del equipo y la extensión de Mikel Arteta, logrando atrapar al Madrid en su trampa.