Razones por las que el Real Madrid tiene fe en una remontada
El Real Madrid enfrentará el miércoles un desafío que podría ser uno de los más significativos en su historia, sin embargo, confía en el espíritu épico, la atmósfera del Santiago Bernabéu y su inquebrantable vínculo con la Champions League.
La actuación delReal Madriden el Emirates fue una gran desdicha. El Arsenal dominó a un equipo que lució desconcertante, carente de identidad, fútbol, ideas, intensidad y ritmo… Lo más destacable del partido, sin duda, fue el resultado. Courtois impidió lo que podría haber sido una verdadera humillación en el estadio arsenalista.
Todo lo aquí mencionado es innegable, pero en este momento las críticas, los abucheos o las recriminaciones son poco útiles. Han fallado, sí, son conscientes de ello; pero ahora es el momento de unirse, ser una sola entidad, brindar otra mágica noche europea en el Santiago Bernabéu, apoyar a nuestros jugadores hasta lograr avanzar a la siguiente ronda y demostrar al mundo quién es el verdadero ‘Rey de Europa’.
Sí, entiendo que parece una tarea inalcanzable. Han conseguido éxitos innumerables que parece haber llegado el instante de sucumbir; de aceptar la ‘fragilidad’ de un equipo que se consideraba imbatible; de reconocer que la épica no siempre aparece en el momento crítico… Pero… ¿y si no es así?
El Real Madrid, la Champions, el Santiago Bernabéu y una remontada en el horizonte… la historia sin fin.
Y si el Real Madrid comenzara a marcar en los primeros minutos del encuentro; y si Mbappé decidiera repetir su actuación de la última final del Mundial y anotara un Hat-Trick para restablecer el equilibrio; y si Vinicius regresara a su mejor forma y el mejor jugador del mundo inclinara la balanza a favor de los blancos; y si Rodrygo confundiera el estilo defensivo del Arsenal con el de la ciudadana y se convirtió en el ‘Mr. Champions’; y si Bellingham seleccionara este momento para afirmar su presencia, mostrando al mundo que el mejor futbolista inglés se encuentra en el Real Madrid… y si, en esencia, el ‘Manicomio de Chamartín’ volviera a abrir sus puertas y el ‘loco’ Rüdiger reinara en el caos de la capital.
Soy consciente de que el fútbol carece de memoria, pero trabájemos en recordar. Recordemos el baile de Ancelotti y Camavinga; recordemos a los jugadores tomando el micrófono y uniendo voces con el público al asegurarse un lugar en la final de Wembley; recordemos cómo trajeron la décima quinta a la ciudad…; en resumen, recordemos las innumerables alegrías que nos ha brindado este equipo.
Con esto, me dirijo a ustedes, jugadores. El ambiente del próximo miércoles será impresionante, pero requerimos que demuestren ambición, deseo y pasión. Ustedes saben mejor que nadie que "la camiseta del Real Madrid puede ensuciarse con barro, sudor e incluso sangre, pero nunca con vergüenza".
Es el momento de retornar; de revivir en la época de la Semana Santa; de restaurar la credibilidad en la proeza más increíble; de reafirmar la autoridad en el Viejo Continente; y, especialmente, de recuperar el orgullo de unos seguidores que sienten pasión por el emblema que lucen en el pecho.