El Nàstic de Tarragona regresará el domingo al Nuevo Estadio Costa Daurada con el propósito de sanar sus heridas frente a su afición. Los grana llegan en una situación complicada tras la derrota sufrida en León y buscan recuperar la confianza ante un rival que atraviesa urgencias. El Real Unión se presenta en Tarragona con la intención de sumar tres puntos que lo ayuden a escapar de la zona de descenso.
El conjunto dirigido por Albert Carbó, al igual que el Nàstic, también afronta este encuentro tras haber sufrido una derrota. Sin embargo, esta derrota fue más dolorosa, ya que perdió por 1-3 en el Stadium Gal ante el Barça Atlètic, lo que los ha relegado nuevamente a posiciones de descenso después de haber logrado salir de ellas hace doce jornadas. Con solo cinco jornadas restantes en la competición, el Real Unión cuenta con pocas oportunidades para asegurar la permanencia, especialmente después de haber revitalizado a un nuevo contendiente en la lucha por la salvación al perder contra el equipo filial del Barça.
Similar al Nàstic, el Real Unión también presenta un desempeño inconsistente. De hecho, ambos equipos comparten un origen de desgracia lejos de sus estadios, dado que la última vez que ambos lograron una victoria como visitantes fue en la jornada 22, a inicios de febrero. En esa ocasión, el equipo vasco ganó 0-2 en Barakaldo y, desde entonces, no han conseguido obtener otro triunfo lejos del Stadium Gal. Sin embargo, sus recientes salidas han sido exigentes, ya que los vascos han enfrentado a la Cultural Leonesa y a la Ponferradina, logrando únicamente captar un punto en su visita al Reino de León.
El Real Unión arribará al Nou Estadi sin la presencia del mediocampista Iker Bilbao, quien fue expulsado por acumulación de tarjetas amarillas el pasado fin de semana. No obstante, sus opciones de ataque estarán listas. Sergio Benito sobresale como su máximo goleador con 9 goles y Víctor San Bartolomé es uno de sus principales asistentes. Acerca del planteamiento esperado, el entrenador Albert Carbó ha demostrado que no duda en establecer un sólido bloque defensivo con cinco defensores fuera del Stadium Gal. Los vascos intentarán resistir los embates del Nàstic y buscar su oportunidad a través de un juego directo.
El Nàstic de Dani Vidal no podrá basarse en la experiencia del partido jugado en el Stadium Gal para preparar el encuentro de este domingo. En esa ocasión, los grana sufrieron una derrota por la mínima diferencia tras un gol de penalti anotado por Quique Rivero. Sin embargo, el verdadero protagonista de ese encuentro fue la lluvia, ya que las constantes precipitaciones durante todo el fin de semana en Irún dejaron el césped del Stadium Gal completamente inundado, lo que dificultó el rodar del balón.
Seguridad en casa
El Nàstic se verá obligado a realizar ajustes en su línea defensiva de cara al encuentro del domingo. Antonio Leal recibió su quinta tarjeta amarilla en León, lo que lo dejará fuera del próximo partido debido a la acumulación de amonestaciones. Así, Leal se une a la baja ya conocida de Borja Granero y a la incertidumbre que rodea a Pol Domingo, quien aún se encuentra en proceso de sanar de su lesión. Por lo tanto, Dani Vidal debe determinar la pareja defensiva para Gorka Pérez, siendo Óscar Sanz y Unai Dufur los principales aspirantes para ocupar esa posición.