Interpretación de Lamine y mentalidad triunfadora: El Barça disputará la eliminatoria en Milán (3-3)
En el año 2015, Lamine Yamal contaba con solo siete años mientras que muchos de nosotros aún estábamos en la escuela secundaria. Durante este período, un grupo de jóvenes ha ingresado al primer equipo que parece estar completamente desprovisto de temor. Algunos dejaron atrás su miedo en Estanyol, y otros lo hicieron en Rocafonda. Estas nuevas generaciones parecen más enfocadas en aventuras de videojuegos que se materializan en el campo de juego. Después de todo, ¿qué significan unas semifinales de la Champions League frente al club con la defensa más sólida del torneo y ante 50. 000 aficionados animando desde las gradas? ¿Presión? Ninguna.
El atrevimiento de Lamine ha transformado la imagen de este Barça. En ocasiones, puedes frotarte los ojos y vislumbrar a Ronaldinho, mientras esa definición hacia el palo lejano evoca recuerdos del icónico dorsal 19. Por sí mismo, Lamine representa en cada encuentro el principio más vital de este deporte: "Entrar y disfrutar", como diría Johan. Algunos lo calificarán de arrogancia, pero dime tú, si ellos no tienen la fe y determinación para recuperarse, ¿quién se las proporcionará? No son meras palabras, es una realidad concreta. Si afirman que, sin importar la cantidad de goles encajados, se disponen a trabajar, lo cumplen. Te anotan un gol y de repente ves a Pedri corriendo hacia el centro del campo para retomar el juego. No era tan complicado. Era eso lo que había que entender. Aceptar golpeteos para responder como lo hicieron momentos después. Y de qué forma. Milán tomará una decisión, pero independientemente del resultado, este equipo ya ha adquirido mucho más que un simple trofeo. Y eso, no tiene precio. ¿Habrá venganza?