Ansu Fati se va decepcionado y con asuntos pendientes
La joven promesa del Barcelona se dirige a Francia con la sensación de no haber recibido el reconocimiento que merece. Su propósito es contundente: probarse a sí mismo lejos del club.
El jugador ya no forma parte del FC Barcelona. El extremo ha decidido establecerse en el Mónaco, convencido de que allí encontrará el mejor ambiente para revitalizar su carrera. El club del Principado le propone un proyecto robusto, un estilo de juego compatible con su forma de ser y una calidad de vida que ha influido en su elección. No obstante, se marcha con un sabor amargo.
El círculo más cercano al jugador no oculta su descontento. Consideran que Hansi Flick ha actuado de manera contradictoria en su dirección. La pasada temporada, le expresó su confianza, pero a mitad del curso, la narrativa cambió. En enero, se contempló su salida justo cuando el mercado estaba a punto de cerrarse. Además, las críticas públicas del entrenador sobre su actitud en los entrenamientos no fueron bien recibidas.
Desde el entorno del canterano sostienen que Ansu estaba en condiciones físicas óptimas y con ganas de competir, pero la confianza del cuerpo técnico nunca estuvo presente. Tampoco se sintió respaldado por la dirección deportiva, que, aparentemente, habría priorizado su salida desde el principio. Esta falta de apoyo ha dejado cicatrices.
Sin embargo, el jugador no ha presentado objeciones. Al igual que cuando Xavi Hernández le insinuó irse al Brighton, en esta ocasión también aceptó con rapidez su salida. Solo deseaba una oportunidad que no llegó. No quiere alargar una situación que se ha vuelto tóxica tanto para él como para el vestuario, donde mantiene una excelente relación con varios compañeros que lo han apoyado durante su difícil periodo.
El acuerdo con el Mónaco incluye una opción de compra, y el jugador ha accedido a firmar una cláusula futura con la esperanza de que esta experiencia sea crucial para su renacer. Por su parte, el Barça se libera de cerca de 8 millones de euros en salario, algo que no consiguió el año anterior.
En la actualidad, Ansu Fati tiene contrato hasta 2028, pero si destaca en Francia, su regreso será un tema ineludible. Por el momento, se va de manera silenciosa, pero con un mensaje claro: anhela demostrar lo que en Barcelona dejaron de apreciar.