Agustín Tapia y Arturo Coello, Reyes y Maestros del Pádel
Los "Golden Boys" coronaron su temporada con la victoria en las Premier Padel Finals tras su victoria contra Galán-Chingotto (6:7, 6:3, 7:6). Son insaciables; lo quieren todo. Hace apenas unas semanas, confirmaron su dominio mundial un año más con su duodécimo título del año. Algunos pensaron que ya lo habían conseguido todo, pero se equivocaban. Agustín Tapia y Arturo Coello seguían con un objetivo en mente: las Premier Padel Finals. Y como siempre, consiguen lo que se proponen.
Tras ser reyes, ahora también son maestros. Con otra oda al pádel en el último Clásico de la temporada. Y con otra brillante actuación de Agustín Tapia, un Mozart cuya interpretación cautiva a todos. Sus acordes son una armonía perfecta, un sonido inconfundible. Es normal; Cuando está en forma, es imbatible.
Con el Barcelona disfrutando del equilibrio entre las dos mejores parejas de dobles del mundo, el de Katamarcén marcó la diferencia. Cuando Coello más lo necesitaba y Galán y Chingotto estaban a punto de conseguir su última victoria del año, fue nada menos que Agustín Tapia quien brilló con una remontada magistral.
El mejor final posible. Porque, aunque todo iba según lo previsto, Galán y Chingotto tenían un plan B. Supieron recuperarse de un primer set que Tapia y Coello tenían controlado, pero que se les escapó en el tiebreak. Las dudas y los errores de Coello le costaron caro, y como el vallisoletano no pudo responder, fue Tapia quien mantuvo a la dupla en el partido.
El argentino sabía que tenía que darlo todo para seguirle el ritmo a "ChinGalán". Y en el segundo set, la remontada finalmente comenzó, con Tapia mostrando todo su potencial. Se convirtió en una espina cada vez más grande para Galán, y para colmo de males para los segundos cabezas de serie, el "Rey" empezó a minimizar sus errores y a dominar la red. ¿El resultado? Como era de esperar, Tapia y Coello igualaron la final con una victoria por 6-3 que entusiasmó al Palau Sant Jordi.
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La tensión y la emoción en la pista se palpaban en las gradas. Y por si fuera poco, los cuatro talentos excepcionales deleitaron al público con un impresionante último set, el broche de oro de la temporada. Breaks, juegos interminables, Galán y Chingotto remontando constantemente y salvando un punto de partido... lo que finalmente desembocó en el final perfecto: un tie-break.
El título que aún les faltaba
El resurgimiento de los siempre combativos Galán y Chingotto sugería que la fortaleza mental podría ser decisiva en este partido. Agustín Tapia y Arturo Coello tenían a su alcance el único título que se les había escapado hasta el momento: el Masters. Sus rivales estaban en su mejor momento, pero no sería suficiente. Al contrario, su caída sería aún más dolorosa.
Porque Agustín Tapia quería darlo todo por última vez en 2025. Quería darle a su compañero Arturo el título de las Finales, que nunca había ganado. El argentino ya lo había ganado junto a Fernando Belasteguín. Y esa experiencia sería su perdición en el tiebreak. Todo un arsenal de golpes, un liderazgo innato y una pesadilla para Galán y Chingotto.
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Lo soñaron, trabajaron por ello y lo lograron. Agustín Tapia y Arturo Coello lo han ganado todo. Fueron campeones del mundo, son los reyes del pádel y ahora también son campeones del Masters. Son historia viva del pádel, su legado perdurará y en 2026 lucharán de nuevo por mantenerse en la cima del mundo un año más.
