El caso de Ansu Fati representa un verdadero drama, no solo para el jugador, sino también para el FC Barcelona. En la presente temporada, el futbolista formado en la cantera ha disputado únicamente 187 minutos en 8 partidos, y desde el 4 de enero permanece sin participar con el primer equipo. Hansi Flick ha dejado en claro que no cuenta con su colaboración y su situación es crítica; en el club ya se están buscando soluciones de cara al próximo verano.
La entidad azulgrana intentó encontrar una salida para él en el pasado mes de enero, recibiendo varias propuestas para que abandonara la Ciudad Condal. De hecho, el entrenador alemán, con la aprobación de la institución, lo convocó a su despacho para indicarle que lo mejor para su futuro era un cambio de aires; sin embargo, el canterano se mantuvo firme en su decisión de luchar por un lugar en la plantilla culé, aunque dos meses después continúa sin poder modificar su estatus.
No obstante, tras la conclusión de la temporada, la dirección deportiva volverá a abordar el caso de Ansu. Y es que el contrato del futbolista se ha convertido en un verdadero lastre para el Barça, dado que percibe un salario desproporcionadamente alto para un jugador que no tiene un papel significativo en el primer equipo.
La situación contractual de Ansu Fati preocupa al Barça. Según el medio 'SPORT', el acuerdo de Fati con los catalanes es progresivo (seis millones de euros brutos en el primer año y, posteriormente, ocho, diez, doce y catorce millones en el año final, siempre en cifras brutas) y lo sitúa entre los más remunerados de la actual plantilla. Además, el delantero renovó en 2021 hasta 2027, por lo que le quedan aún dos temporadas y media de compromiso, y los catalanes necesitan reducir la masa salarial con la mayor celeridad posible, lo que genera gran preocupación a nivel económico.
Por esta razón, la salida del hispano-bisauguineano el próximo verano se ha convertido en una cuestión de relevancia en el Spotify Camp Nou, donde se prioriza la incorporación de futbolistas que puedan cumplir con las exigencias actuales del equipo. Mientras tanto, el delantero continúa entrenándose junto a sus compañeros, pero es consciente de que no está incluido en los planes del director técnico y que su tiempo en el vestuario azulgrana está próximo a concluir.
La decisión ahora recae sobre el '10' culé, quien tiene escasas posibilidades de volver a jugar esta temporada y, si opta por continuar bajo las órdenes del entrenador alemán, se enfrenta a otro año en el ostracismo. Un panorama que no puede permitirse un futbolista que, a sus 22 años, aún tiene toda una carrera por delante. Muchos equipos volverán a manifestar interés en su fichaje al concluir la temporada, por lo que deberá tomar una decisión crucial que beneficie a todas las partes involucradas.