La controversia en torno a la disputa del partido pendiente entre el FC Barcelona y Osasuna correspondiente a la jornada 27 de LaLiga EA Sports se intensifica y se prolonga. La Real Federación Española de Fútbol ha decidido que el encuentro se lleve a cabo el próximo jueves 27 de marzo, pasando por alto las solicitudes de ambos clubes. En esa fecha, los blaugranas podrían verse privados de hasta cinco jugadores del primer equipo (Raphinha, Araujo, Fermín, Pablo Torre y Gerard Martín), mientras que los rojillos tendrían que enfrentar al Athletic Club el viernes 28, menos de 24 horas más tarde. Se trata de una situación completamente caótica.
Por esta razón, la entidad barcelonista está elaborando un recurso que será presentado ante el Comité de Apelación con el fin de modificar la fecha del partido y evitar que se realice según lo establecido por el Juez Único el pasado lunes. La institución fundamentará esta solicitud en dos aspectos principales, siendo el primero la ausencia de los mencionados futbolistas debido a los compromisos internacionales programados para esas fechas.
Adicionalmente, los catalanes también enfatizarán un precedente que justifica la celebración del encuentro entre la última y la penúltima jornada del campeonato, que era el objetivo primordial tanto del Barcelona como de Osasuna. En la temporada 2016-2017, el Real Madrid disputó un partido aplazado contra el Celta de Vigo entre las dos últimas jornadas de LaLiga, siendo este encuentro crucial para el desarrollo del torneo.
Tras la 37ª jornada de esa edición de la competición, tanto los culés como los merengues estaban igualados en la cima de la clasificación con 87 puntos. En ese contexto, los dirigidos por Zinedine Zidane lograron imponerse en Balaídos por un contundente 1-4, gracias a un doblete de Cristiano Ronaldo, un gol de Kroos y otro de Benzema, sumando tres puntos que resultaron decisivos para la conquista del título de liga que finalmente obtuvieron los blancos.
La postura del Juez Único
De acuerdo con 'Marca', este caso fue previamente discutido con el Juez Único, quien optó por desestimar dicha solicitud. "Establecer una fecha entre la última y la penúltima jornada del Campeonato es una posibilidad que este Juez descarta de forma categórica y absoluta, ya que podría ocasionar un claro perjuicio a los clubes terceros que participan en la competición", afirmó el magistrado en su decisión.
"Las dos últimas jornadas se celebran en un horario unificado, y ello tiene como objetivo evitar situaciones de ventaja al jugar un encuentro aplazado con conocimiento previo de los resultados obtenidos por los equipos competidores, respecto a la posible obtención de puestos clasificatorios para el título del Campeonato, posiciones para competiciones europeas, descensos, etcétera," añadió.
El togado concluyó su sentencia afirmando que "por lo tanto, trasladar este partido a la penúltima jornada, sin duda puede generar desventaja e incertidumbre competitiva, resultando perjudicial para todos los equipos involucrados y, por ende, para los principios y valores de la propia competición. "
Irónicamente, y de acuerdo con la decisión final del juez, el hecho de participar en un encuentro sin cinco integrantes del equipo titular y, por el otro lado, enfrentar un partido de liga en menos de 24 horas no constituye ninguna "desventaja e incertidumbre competitiva". Se trata de una situación absurda.
El FC Barcelona, por su parte, se propone llegar hasta las instancias más altas al argumentar que es posible programar el partido en esas fechas y que no es obligatorio que las dos últimas jornadas se lleven a cabo en un calendario unificado, dado que esto no siempre ha sido el caso. En su apelación, el club se fundamenta en el precedente previamente mencionado entre el Celta y el Real Madrid. En este momento, la responsabilidad recae en el Comité de Apelación.