Bellingham transforma el Clásico: 'No debería estar en el campo'. En el Barça hay inquietud por lo que vendrá.
Jude Bellingham se ha convertido en el centro de atención en la discusión acerca del clásico del domingo, a raíz de su actuación controvertida en el más reciente partido frente al Celta.
El mediocampista británico se vio envuelto en una jugada polémica durante su último encuentro contra el Celta, lo que ha suscitado reacciones intensas. Dentro del vestuario del Barça, se sostiene la convicción de que los árbitros y los organismos reguladores favorecen al Real Madrid, y Bellingham se considera una prueba palpable de ello.
Los incidentes controversiales de Bellingham
En el partido contra Osasuna, el árbitro Munuera Montero lo expulsó por "desconsideración y menosprecio" tras proferir el controvertido "fuck off". El Comité de Competición optó por imponer la sanción más leve posible.
De esta manera, se le impuso un castigo de solo dos partidos. Esto resulta ser uno menos que el que recibió Lewandowski por tocarse la nariz y el mismo que recibió Hansi Flick por levantar el brazo en desacuerdo con una decisión arbitral.
Podrían haberle caído entre 4 y 12 partidos de sanción a Bellingham. Para ello, el Comité de Competición tendría que haber considerado que su acción fue una ofensa o un insulto, pero no lo interpretaron de esa manera.
Posteriormente, durante la final de la Copa, hizo su entrada al campo lanzando improperios hacia el árbitro. Recibió tarjeta roja, sin embargo, el Comité de Competición revocó la sanción al atender el recurso presentado por el Real Madrid. El acta dejaba claro lo sucedido, pero el Comité prefirió aceptar la versión del Real Madrid en su apelación.
Cuando es conveniente, se prefiere la perspectiva del Real Madrid sobre el acta arbitral.
Cuando conviene, el acta arbitral se convierte en la única referencia válida. Cuando es necesario, la narración proporcionada por Florentino Pérez tiene más peso.
El Comité de Competición desautorizó al árbitro De Burgos. En el acta se hizo constar: "se dirigió hacia nuestra posición de manera agresiva, teniendo que ser sujetado por sus compañeros".
El último incidente controversial en el que se vio involucrado Bellingham ocurrió en el partido Real Madrid-Celta, donde realizó una entrada de manera imprudente sobre la tibia de Fer López. Con una semana aún para el clásico, el árbitro Gil Manzano se mostró temeroso y le mostró tarjeta amarilla. La agresividad de su entrada fue similar a la de Mbappé días atrás.
Bellingham no debería participar en el clásico.
En el vestuario del Barça existe un gran descontento con el trato preferencial que recibe Bellingham. Además, ha mostrado una tendencia a comportamientos inadecuados y protestas. Sin embargo, parece gozar de una especie de inmunidad arbitral.
En caso de que se le imponga una sanción, los comités parecen dispuestos a considerar el recurso del Real Madrid como si no hubiera sucedido nada.
Bellingham no debería jugar en el clásico si el fútbol español se regiera por normas justas e imparciales para todos. Esta es la opinión dentro del Barça. Pero contra esta realidad, que no denuncia Real Madrid TV, también se debe luchar.